El mapa que explica la desigualdad extrema de Latinoamérica: cómo el 1% más rico tiene mucho más que el 50% más pobre
Los distintos estudios económicos que se publican anualmente, como el Hurun Global Rich List o el Global Wealth Report elaborado por UBS, toman el pulso al estado de los patrimonios de las personas más ricas del planeta, mostrando qué países o ciudades tienen a los vecinos más prósperos.
Sin embargo, estos estudios no muestran las diferencias que existen entre este 1% de la población que forman los ultrarricos, y el 50% de la población más pobre. El informe World Inequality Report 2022, elaborado por la organización internacional World Inequality Database, pone el foco en cómo los distintos países del mundo gestionan la distribución de esa riqueza.
Antes de seguir con datos desglosados de lo que representa la desigualdad, creo que una imagen general de la desigualdad de la riqueza en el mundo vale más que mil palabras. En el lateral, el gráfico muestra cómo el 1% de la población mundial, controla el 38% de la riqueza global, mientras que el 50% de la población más pobre sólo posee el 2% del total. La distancia entre ese 1% y el resto habla por sí misma.
Ser desigual no es ser un país pobre y hay distintas formas de medirlo
Existen diferentes formas de definir los ingresos de los individuos y, por lo tanto, múltiples formas de medir la desigualdad. Lo mismo ocurre con la riqueza. Al realizar comparaciones internacionales de los niveles de desigualdad de ingresos o riqueza, es esencial medir los mismos conceptos en todos los países para evitar conclusiones engañosas.
Los datos de este estudio y los resultados de índices de referencia de pobreza, como el coeficiente de Gini, aportan resultados distintos, porque miden parámetros distintos (brecha salarial, diferencia patrimonial, etc.). Aunque difieran en los factores que se tienen en cuenta, muestran la desigualdad en la distribución de la riqueza y no son excluyentes entre sí. Son las distintas caras de la misma moneda.
Ni los datos del coeficiente de Gini, ni los del Informe World Inequality Report indican la riqueza o pobreza global de un país, sino la diferencia entre el 1% de población más rico y el 50% más pobre.
Latinoamérica a la cabeza en desigualdad con el 1% más rico
Hechas las aclaraciones pertinentes, los datos del estudio revelan la enorme brecha en la distribución de la riqueza de algunos países de Centroamérica y Latinoamérica. La Fundación Sol ha publicado este mapa representativo que muestra de forma visual los datos del informe de World Inequality Report en Latinoamérica.
Destaca el caso de Chile, con una riqueza muy concentrada en el 1% de la población ultrarrica, que controla el 49,8% del total, mientras que el 50% más pobre tiene un déficit del -0,6% que denota extrema pobreza. Si ampliamos el rango de riqueza al 10% de la población más acaudalada, la acumulación de riqueza escala hasta el 80,4% del total. Según estos datos, Chile sería el país del mundo con la mayor desigualdad de riqueza entre el segmento de población más alto y el más bajo.
Le sigue muy de cerca Brasil, con un porcentaje del 48,7% en manos del 1% de la población de ultrarricos, mientras que el 50% más pobre controla el 10% de la riqueza total. A diferencia de Chile, si ampliamos el marco al 10% de la población más rica, esta controla el 59% del total, lo que indica que la mayoría de esta riqueza se concentra en la población ultrarrica, existiendo incluso una brecha entre millonarios y ultrarricos.
Sin salir del continente americano, México ofrece una de las tasas de desigualdad más altas del mundo, con un México 47,9% de la riqueza del país en manos del 1% de la población, mientras que el 50% más pobre registra una deuda del -0,2%. Al igual que en el caso de Chile, si abrimos el marco al 10% más rico, la acumulación de riqueza pasa al 78,7%, marcando una brecha entre la mitad más pobre y los más ricos, pero no tanto en los distintos niveles de riqueza.
Perú también destaca por la hiperdesigualdad entre los distintos segmentos poblacionales. Su población más rica acumula el 45% de la riqueza total del país. El resto de países del continente se encuentra entre el 25% y el 35% que se consideran valores promedios para el global mundial. Estados Unidos, por ejemplo, registrar que el 34,9% de la riqueza está en manos del 1% más rico, mientras que el 50% más pobre retiene el 1,5% de la riqueza total. Canadá se mantiene en el 25,2% de la riqueza en manos de los más ricos, y del 5,8% para su población más pobre.
La desigualdad no entiende de continentes
La distribución no equitativa de la riqueza no es algo exclusivo del continente americano. Sudáfrica y Rusia son los campeones (para mal) a este lado del charco en cuanto a desigualdad en la distribución de riqueza.
El caso de Sudáfrica es especialmente alarmante, con un 55% de la riqueza en manos del 1% de la población, mientras que la mitad más pobre tiene un déficit de -2,4%.
En Rusia, el 47,7% de su riqueza está en manos de los oligarcas que han hecho fortuna a la sobra de los órganos de gobierno, mientras que el 50% más pobre se conforma con el 3,1% de la riqueza total del país.
En China el reparto de la riqueza es más escalonado. El porcentaje en manos de los más ricos es del 30,5%, del 67,8% para el 10% de la población más rica y del 25,8% del segmento intermedio que representa el 40% de la población. El 50% más pobre controla el 6,4% de la riqueza.
Los datos indican que España la distribución de la riqueza sitúan el 24,2% del total en manos de los ultrarricos, mientras que el 50% más bajo solo posee el 7% de riqueza total. Son valores similares a los de países de nuestro entorno, como Francia, con el 27% de la riqueza total en manos de los más ricos, o Alemania, con el 29,7%.
Imagen | Unsplash (Towfiqu barbhuiya, Shane), Fundación SOL, World Inequality Database