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La anomalía magnética del Atlántico Sur sigue expandiéndose. Son malas noticias para la exploración espacial

La anomalía magnética del Atlántico Sur (SAA) es una vieja conocida para la exploración espacial: una amplia región donde el campo mangético del planeta es particularmente débil. Tenemos dos problemas con esta anomalía. El primero, que no sabemos qué la causa; el segundo, que está creciendo.

Una anomalía más profunda. Es lo que constataba el último informe anual del World Magnetic Model (WMM): la SAA, lejos de corregirse, se ha estado profundizando durante el año 2023.

Un problema que viene de lejos. Desde hace años diversas agencias vigilan de cerca la anomalía magnética del Atlántico Sur. Esta “abolladura” en el campo magnético de la Tierra se sitúa sobre un área que abarca buena parte de Sudamérica y el Atlántico sur, alcanzando la costa Sudafricana. La anomalía es de especial interés para las agencias espaciales y operadores de satélites en órbita terrestre baja que circulan por la zona.

Nuestro campo magnético no solo nos protege a quienes estamos en la superficie del planeta sino también a satélites, naves y estaciones espaciales en órbitas bajas. Cuando éstas sobrevuelan la región quedan desprotegidas de la radiación y vientos solares y otros fenómenos semejantes. Esto puede acarrear problemas en el funcionamiento de los sistemas de a bordo así como en la comunicación con la Tierra.

Una caída más intensa. El informe anual del WMM alerta de una anomalía que se ha ido haciendo más profunda en e pasado año. Según explica el informe, se estima que el campo magnético en esta región ha perdido unos 25 nanoteslas (nT) de intensidad a nivel superficie. También se indica que el área donde la intensidad del campo está por debajo de los 25.000 nanoteslas ha crecido un 7%.

Si contrastamos los mínimos de intensidad en los últimos cuatro años nos toparemos con una caída importante en la intensidad del campo. Si en 2020 la intensidad mínima a nivel superficie era de 22.232 nT, en 2024 era de 22.126 nT. Una caída de 106 nT en estos cuatro años.

A 500 km de altura, cerca de la zona por la que orbitan la Estación Espacial Internacional, la estación Thangong, o el telescopio Hubble, el paso ha sido de los 18.428 nT a los 18.349 nT. Una caída de 79 nT, una caída ligeramente menor en proporción a la vista en superficie.

Hacia el oeste. Según el informe, el centro de esta anomalía se ha desplazado unos 20 km en dirección oeste durante 2023. Una velocidad de desplazamiento intermedia entre los 41 km/año del polo norte magnético y los 9 km/año del polo sur magnético.

WMM. El informe del WMM va más allá del análisis del estado de la SAA. Uno de los objetivos del informe es contrastar las predicciones del modelo con las observaciones del estado del campo magnético de la Tierra.

Este Modelo Magnético Mundial se actualiza cada cinco años, y sus predicciones son comparadas con las otras más actuales como las realizadas a partir de las observaciones de los satélites Swarm de la Agencia Espacial Europea.

Se busca así realizar un seguimiento de la validez de este modelo año a año. Su última iteración es la de 2020 (WMM2020), pero según el informe la capacidad predictiva de este es aún adecuada.

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Imagen | NASA’s Scientific Visualization Studio / NASA, ESA, M. Kornmesser (ESA/Hubble)

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