Corea del Sur saca pecho frente a una China y un Japón imparables: su industria de los chips recibirá 19.000 millones más
El Gobierno chino está inyectando una gran cantidad de dinero en su industria de los semiconductores. Su futuro le va en ello. Las sanciones que han desplegado EEUU y sus aliados en esta materia obligan al país liderado por Xi Jinping a independizarse lo antes posible de las tecnologías extranjeras. La opacidad habitual de la Administración china nos impide conocer con precisión el importe de las subvenciones que ya ha aprobado, pero tenemos algunas pistas interesantes.
A finales del pasado mes de abril la Administración de Pekín aprobó varios paquetes de subvenciones con el propósito de incentivar la compra por parte de las empresas locales de GPU para inteligencia artificial diseñadas y fabricadas en China. También sabemos que el Gobierno chino aprobó a principios de septiembre de 2023 una inversión de 41.000 millones de dólares en su industria de los chips con el propósito de acelerar el desarrollo de sus propios equipos de litografía de vanguardia.
Por otro lado, el Gobierno japonés está decidido a conseguir que Japón se mida de tú a tú con las principales potencias de la industria de los semiconductores. Y desde luego no es una ambición inalcanzable. De hecho, Tokyo Electron es una pieza indispensable en su plan. Actualmente Japón está invirtiendo más dinero en su sector de los circuitos integrados que EEUU, Alemania, Francia o Reino Unido. No en términos de valor neto, pero su esfuerzo es mayor si ponderamos la inversión de estos países sobre su producto interior bruto (PIB).
La industria de los chips es fundamental para la economía de Corea del Sur
Para el Gobierno de Corea del Sur su industria de los semiconductores tiene un rol estratégico, al igual que las de la producción de paneles OLED o la fabricación de baterías. Estos tres sectores tienen un impacto muy profundo en su economía, por lo que es comprensible que la Administración haga todo lo que está en su mano para reforzar su posición en el mercado global e incrementar su competitividad.
Durante los últimos meses Corea del Sur se ha “enfrentado” a EEUU para proteger el negocio de sus principales fabricantes de semiconductores en China
A mediados del pasado mes de diciembre Yoon Suk Yeol, el presidente de este país asiático, viajó a Países Bajos con el propósito de consolidar una alianza en materia de circuitos integrados, entre otros objetivos prioritarios. Este estado europeo tiene un rol esencial en la industria de la fabricación de chips debido a que el mayor fabricante de equipos de litografía del planeta, que no es otro que ASML, es neerlandés.
Durante los últimos meses Corea del Sur se ha “enfrentado” a EEUU para proteger el negocio de sus principales fabricantes de semiconductores en China. Y lo ha hecho con éxito. Entre estas empresas se encuentran las gigantescas Samsung y SK Hynix. Precisamente estas son dos de las compañías que presumiblemente van a protagonizar el contundente movimiento que está orquestando el Gobierno surcoreano: la construcción y puesta en marcha de un centro de producción de semiconductores que costará la friolera de 470.000 millones de dólares.
No obstante, la iniciativa del Gobierno surcoreano no acaba aquí. Y es que hace apenas unas horas ha anunciado oficialmente la entrega de un paquete de 19.000 millones de dólares adicionales que persigue respaldar las inversiones que están afrontando los fabricantes de semiconductores surcoreanos. Además, Yoon Suk Yeol ha confirmado la creación de un fondo que estará destinado específicamente a las empresas que se dedican al diseño de circuitos integrados y carecen de fábricas. En abril la venta de chips representó el 18% del total de las exportaciones del país, por lo que no cabe duda de que esta industria tiene un rol estratégico para Corea del Sur.
Imagen | Samsung
Más información | Nikkei Asia | Reuters