Volvo se propuso hace cuatro años un objetivo ambicioso para 2025: vender al menos la mitad de sus coches online. La pretensión no se cumplió, admitiendo ahora el fabricante sueco que este modelo de ventas no le ha funcionado. En absoluto.

El golpe de realidad ha sido bastante duro: han vendido exactamente cero coches mediante esta plataforma, evidenciándose que el modelo Tesla no es para todos los fabricantes.

Con el lanzamiento del Volvo C40 Recharge, su segundo coche eléctrico. Volvo se planteaba apostar por el modelo de venta online. Uno que a Tesla le está funcionando mejor que a nadie, y al que querían acercarse para 2025.

Ahora, la compañía reconoce haber abandonado este objetivo. Reconocen que un 0% de sus clientes realizan los procesos de compra de los coches online. Entre las razones que esgrime Bjorn Annwall, director comercial de Volvo en Autonews Europe, están las diferencias de compra entre un particular y una empresa.

Para Volvo, es más fácil vender online cuando tienes a empresas comprando flotas enteras de un mismo vehículo. En el caso de vender coches a particulares, el proceso no es tan sencillo.

“Se utilizó [el anuncio de los objetivos de porcentaje de ventas online] como una forma de establecer una ambición, pero era absolutamente ingenuo pensar que cambiaría” la forma en que los clientes privados compran un coche, dijo Young. “Los objetivos eran demasiado ambiciosos y poco precisos”.

Siendo más específico aún con las cifras, Annwall afirmaba que “el cero por ciento” de los compradores acababan realizando el proceso de compra completamente online. Apunta que es muy “es muy difícil transmitir un coche al cliente” en esta modalidad de venta.

El rival a batir, Tesla, cerró sus tiendas físicas en 2019 para pasar a vender solo online. Ha sido un modelo de absoluto éxito, asentando un modelo que pocos fabricantes han podido emular. Por su lado, gigantes como Amazon están empezando a distribuir coches desde su página web, en alianza con gigantes como Hyundai.

Vender coches online puede ser una idea fantástica, o terrible si el modelo de negocio de una marca tradicional se ha cimentado en el de siempre: ir al concesionario a ver lo que vas a comprarte.

Imagen | Volvo

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