El mundo se ha llenado de SUV y coches eléctricos. El Honda Prelude es la confirmación de que Japón será la salvación
Se venía rumoreando pero los más escépticos temblaban. En los últimos años, hemos visto renacer al Ford Puma y al Mitsubishi Eclips (Cross). Se han convertido en todo un SUV coches como el Ford Explorer o el Opel Frontera. Se habla de un Opel Manta en formato eléctrico y SUV. Y, por supuesto, el Ford Mustang Mach-E.
Todo en el mercado parece ser: SUV, eléctrico o SUV eléctrico.
Pero Honda ha dado la sopresa con su Honda Prelude. La compañía nipona ha presentado un compacto coupé, con la promesa de que será un coche pensado por y para “el placer de conducir” y, eso sí, pasando por el peaje de la hibridación en su llegada a Europa. Con todo, son buenas noticias.
Un coche que rompe con un mercado anestesiado
De una manera o de otra, el mercado del automóvil se ha ido estandarizando hasta límites insospechados. Apretados en Europa por los políticos, los fabricantes han dedicado los últimos años a gastar y gastar dinero en el desarrollo de nuevos modelos eléctricos. Esto ha obligado a que las marcas se asocien, compartan plataformas y costes.
No son pocas las compañías que han anunciado un punto de no retorno con el coche eléctrico antes de que terminara esta década. Un punto de no retorno para el que, curiosamente, se empieza a ver un retorno. Marcas como Mercedes ya empiezan a recular en sus planes.
Al mismo tiempo, para que no todo fueran pérdidas, el mercado se ha llenado de SUV. Está claro que es lo que le gusta al público porque es un tipo de carrocería que no deja de crecer. Y quien ha querido o ha necesitado apostar por la máxima rentabilidad ha optado por convertir su oferta de productos en un catálogo de SUV, como le sucede a Renault.
No parecen tiempos para coches diferentes, distintos, con ventas esperadas más contenidas pero que, sin embargo, ofrecen una imagen de marca que es difícil de cuantificar con dinero.
Honda, sin embargo, cree que hay algo de espacio para ello. La presentación de su Honda Prelude nos pone ante un coche que los niponen quieren posicionar como “precursor de futuros modelos que encarnan el compromiso de Honda con las prestaciones deportivas”, en palabras recogidas por Car and Driver.
La compañía no ha avanzado datos de este nuevo modelo, más allá de que será un coche que estará listo el próximo año y que en Europa lo veremos con motor híbrido. “Combina a la perfección la eficiencia y las ventajas medioambientales de la conducción electrificada con una experiencia emocionante al volante, lo que permite al usuario abstraerse de su vida cotidiana disfrutando aún más del auténtico placer de conducir”, señalan desde la compañía.
Lo cierto es que las primeras palabras sobre el nuevo modelo no anticipan un vehículo radical, de prestaciones que hagan palidecer a cualquier otro deportivo. No parece que estemos ante un nuevo Nissan GT-R pero sí es de agradecer un poco de aire fresco, con una compañía que ponga, de verdad, al conductor como piedra angular sobre el que debe girar el nuevo modelo coupé.
Japonés, por supuesto
Otra lectura que nos deja el anuncio de este Honda Prelude es que los japoneses están siendo, con mucha diferencia, los fabricantes más atrevidos en los últimos años.
En Europa, salvo el BMW Serie 2, el formato del coupé compacto ha desaparecido por completo. El año pasado tuvimos que decir adiós al Audi TT, que nos venía acompañando casi tres décadas.
Pero desde Japón todavía nos llega alguna buena noticia. En Europa, por ejemplo, no podemos disfrutar del Nissan GT-R, pero sí podemos aplaudir la decisión de la compañía de seguir apostando por el modelo.
Toyota, quien antaño se puso como ejemplo de modelos aburridos y sosos, desarrolló con Subaru los GT86 (ahora GR86) y el Subaru BRZ, los cuales montaban un motor bóxer, algo extrañamente inusual en el mercado. El Toyota GR Yaris es el último coche que verdaderamente quiere acercar al público el espíritu del Mundial de Rallies y el Toyota Supra renació con una estética muy japonesa y un motor de más de 300 CV.
Y de cara al futuro podríamos tener buenas noticias. Honda, como decíamos, anticipa que este Honda Prelude es la primera piedra de toque en un mercado que se nos escapa entre los dedos de la mano: el de los coches para disfrutar. No solo deportivos, también los pensados para viajar sintiendo un verdadero placer por conducir.
Lo mismo sucede con Mazda. Los nipones no dejan de recalcar que tienen un proyecto entre manos en el que quieren combinar el motor rotativo con una batería eléctrica para ofrecer un eléctrico de autonomía extendida que pueda ser disfrutado en una carretera de curvas y, al mismo tiempo, no contaminar en ciudad. Su Mazda Iconic SP nos entregó las últimas señales de este proyecto que, eso sí, siempre parece dilatarse en el tiempo.
Sea como sea, desde luego parece que si nos tenemos que asir a un salvavidas, si llega un coche diferente tendrá que venir de Japón.
Fotos | Honda Prelude