El avión hipersónico de EEUU lleva siendo un secreto a voces desde 2007. Tanto que China les ha comido la tostada
China y Estados Unidos tienen demasiados frentes abiertos. Todos están relacionados de un modo u otro, siendo uno de los más sonados la guerra tecnológica que ambos arrastran desde hace años. También la guerra comercial, con recientes episodios como los aranceles de Estados Unidos al coche eléctrico chino. Pero no hay que olvidar la carrera espacial (con una China que acaba de conseguir un hito en la Luna) y, evidentemente, la carrera armamentística.
Y, en esa carrera, no hay nada más rápido que un avión hipersónico, y ambos países están compitiendo por ver quién consigue un avión militar capaz de ir a seis veces la velocidad del sonido. ¿El contendiente de Estados Unidos? El prometedor, e igualmente misterioso, Lockheed SR-72 que lleva, supuestamente, más de 10 años en desarrollo.
Regreso al pasado. Lockheed SR es un nombre que impresiona. El SR-71 voló de 1964 a 1998, cuando fue retirado, y se ha mantenido durante décadas como el avión más rápido del mundo (sin ser aviones cohete, claro). Era capaz de volar a una altura de 24.000 metros y a una velocidad de 3.540 kilómetros por hora. Conseguía la marca de velocidad Mach 3, lo que implica que volaba a una velocidad tres veces superior a la del sonido.
Era conocido como ‘Blackbird’ y su labor era la de reconocimiento estratégico de largo alcance. Se desarrolló dentro de un programa secreto y estaba ideado para evitar radares, aunque con el tiempo éstos se actualizaron y el ‘Blackbird’ dejó de ser infalible. Era un avión enorme y pesado (más de 30 toneladas), lo que hacía más increíble su velocidad, y estaba fabricado de una aleación de titanio y ventanas de cuarzo para resistir las altas temperaturas que se producían al volar a esa velocidad.
Pero tenía problemas: la temperatura en cabina era altísima y el casco tenía ‘grietas’ que se sellaban cuando el avión volaba un poco. Perdía combustible, así que el avión debía realizar un vuelo, repostar en el aire ya con las grietas selladas debido a la expansión del metal por el calor y… a funcionar. Por cierto, se construyó en plena Guerra Fría con materiales soviéticos gracias a un engaño de Estados Unidos.
El SR-72. En la carrera hipersónica entran todo tipo de aviones, pero el que realmente puede preocupar a Estados Unidos es un avión militar hipersónico por parte de China. Se estima que, en 2007, Lockheed Martin propuso el desarrollo de una nueva generación. Ya en aquella época se hablaba del objetivo de conseguir una velocidad Mach 6 (6.400 km/h) y la empresa habría estado unos años trabajando con otras entidades para lograr ese sistema de propulsión hipersónico.
Esos primeros años del SR-72 fueron muy extraños. En 2013 ya había noticias sobre el sucesor del SR-71 Blackbird y se especulaba con unas dimensiones similares al de la generación anterior: mismo alcance y 30 metros de largo. En noviembre de ese año, el general Mark Welsh -Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea- afirmó que el Ejército estaría interesado en algo como el SR-72, pero que no habían hablado con Lockheed Martin.
La tecnología hipersónica eran de interés de EE.UU. para que el enemigo no tuviera tiempo de reacción, pero el problema es que los materiales existentes harían que el avión se desintegrara a una velocidad hipersónica como la que se quería lograr. En 2014 la NASA otorgó un contrato para desarrollar el sistema de propulsión del avión y, por fin, en 2017 fue la empresa la que anunció que el SR-72 se empezaría a desarrollar en la década de 2020.
China aceleró el paso. Estados Unidos es el país que más invierte en su brazo militar, pero China poco a poco se está poniendo a la altura, y eso incluye tanto inversión en armas nucleares como en otro tipo de áreas. Se están haciendo con una flota de portaaviones, han construido clones de cazas norteamericanos, han calcado el Apache estadounidense y, sobre todo, se han puesto las pilas en el desarrollo de una tecnología que, curiosamente, se está atragantando a Estados Unidos.
Pero más allá de copiar diseños, los investigadores chinos han estado trabajando duro, tanto que afirman tener motores que alcanzará Mach 9 (unos 11.000 km/h), quieren saltar al Mach 16 (20.000 km/h) y hasta están jugando con el plasma para hacer que sus cazas sean invisibles. Pero espera, si el calor es un problema… ¿cómo piensan ir a esas velocidades tan inimaginables? Pues mediante un blindaje cerámico llamado 9PHEB que es capaz de mantener su estructura hasta temperaturas de 1.000 grados, con una pérdida de integridad del 2,4% a los 2.000 grados.
TOP Gun Maverick. Estados Unidos -con expertos de DARPA a la cabeza- no se explica cómo China ha desarrollado todo esto (más las armas hipersónicas) en tan poco tiempo y bajo su radar. En 2017, el vicepresidente de Lockheed Martin comentó: “hemos dicho que los aviones hipersónicos estaban a dos años de distancia, desde hace 20 años, pero todo lo que puedo decir es que ahora la tecnología está madura y nosotros, junto con DARPA, estamos trabajando para poner esa tecnología en manos de nuestros combatientes lo antes posible”.
En 2018 la compañía afirmó que el SR-72 estaba programado para realizar su primer vuelo de prueba en 2025 y que, además, estará equipado con misiles hipersónicos. Pero, tras los avances de China, ¿era necesario un empujón a la publicidad del avión? De manera intencionada o no, se estima que el SR-72 hizo un cameo en ‘Top Gun: Maverick’. En la película lo llaman ‘Darkstar’ y el modelo fue, de hecho, construido por Lockheed Martin.
Es una declaración de intenciones al conseguir fácilmente superar la velocidad Mach 3 de su predecesor y alcanzar los Mach 10. El SR-72 no se muestra tan ambicioso, pero oye, es una película. Aquí tienes su escena:
El Mach 6 es caro. El productor de ‘Top Gun’ es Jerry Bruckheimer y afirmó hace un tiempo que alguien de la Marina le comentó que China pensaba que el ‘Darkstar’ era real, tanto que desvió uno de sus satélites para fotografiarlo. A saber si esto es parte de la narrativa de la película, pero está claro que podemos tomarnos ese avión como un adelanto de lo que Lockheed está preparando.
Y lo que también es evidente es que superar todos los retos que plantea el programa hipersónico cuesta un dineral. El desarrollo de sistemas hipersónico (propulsores y armas) había estado algo de barbecho en las cuentas de EE.UU., pero tras los avances tanto rusos como chinos, ha vuelto al primer plano. El presupuesto solicitado por el Pentágono para la investigación hipersónica fue de 3.800 millones de dólares para el año fiscal 2022. Ascendió a los 4.700 millones en el año 2023 y la cifra se ha disparado para el 2024: 11.000 millones para armas de largo alcance, lo que incluye las supersónicas.
Objetivo: 2030. De la manera que sea, y si los planes de Lockheed y Estados Unidos salen bien, el programa secreto del SR-72 debería salir a la luz en algún momento del año que viene, cuando se produzcan esos primeros vuelos de prueba previstos desde hace años. Además, el objetivo es tenerlo listo para 2030. Veremos qué ocurre, ya que en los últimos proyectos de Estados Unidos, los retrasos han sido la pauta.
Imágenes | ‘Top Gun: Maverick’