Ni aire acondicionado ni truco japonés: el secreto para enfriar el coche lo más rápido posible está en las ventanillas
Qué maravilloso momento ese en el que sales de comer una buena fabada ensalada en mitad de julio y descubres que, efectivamente, has calculado mal. Lo que debería ser la sombra que protegiera a tu coche está, exactamente, en el lado contrario al esperado. En el ambiente, 42 grados centígrados. En el interior del coche, más de 50 grados. Y en tu estómago… eso solo lo sabes tú.
Llega el momento más complicado, lidiar con las cuatro opiniones que te llegan por cada uno de los cuatro costados. Porque cuando hablamos de enfriar el coche, hay más opiniones que tipos de café habéis pedido en la sobremesa.
El del café solo dice que “tira, tira, cómo esperemos a que esto se enfríe no llegamos hasta mañana”. El del cortado dice que mejor abras todas las puertas y las ventanillas, “que al menos bajamos un poco la temperatura”. El del café con leche tiene claro que “lo mejor es poner el aire acondicionado a tope” y cuando te quieres dar cuenta el del café bombón ha cogido una de las puertas y está “abanicando” el coche.
Cómo enfriar el coche lo más rápido posible
Cuando se trata de enfriar el coche, las dudas se repiten y las respuestas se multiplican. Lo cierto es que, evidentemente, no hay estudios más o menos concluyentes que ensalcen algún método por encima del resto. Sin embargo, sí hay algunos trucos que podemos poner en práctica y otros que debemos desechar, en la medida de lo posible.
Como es de imaginar, lo primero que tenemos que hacer es tratar de dejar el coche a la sombra. Si conseguimos rebajar la temperatura interior del coche, en la medida de lo posible, luego será más fácil y rápido estar cómodo en el habitáculo. Para ello, un parasol es imprescindible. Según el RACC, rebaja en unos 11 grados centígrados la temperatura que se puede alcanzar dentro del coche.
Pese a ello, es normal que cuando lleguemos al coche, el interior sea un horno. En ese caso una buena idea es bajar las ventanillas y abrir todas las puertas. Así podremos disipar parte de la temperatura y arrancar sin quemarnos (o sin quemarnos mucho) las manos con el volante y la palanca de cambios.
Para bajar la temperatura más rápido, podemos aplicar lo que se ha venido llamando en los últimos años “el truco japonés”. Esto es, bajar una ventanilla y mover con fuerza la puerta contraria para “abanicar el coche”. Así renovamos el aire del interior con mayor rapidez y rebajaremos algunos grados la temperatura del coche antes.
Cuando nos ponemos en marcha, el aire acondicionado puede ser nuestro mayor amigo… o enemigo. Hay que tener en cuenta que no deberíamos forzar su uso al máximo cuando acabamos de arrancar el coche. Si arrancamos el coche y antes de ponernos en marcha aplicamos la máxima fuerza al ventilador estaremos comprando papeletas para terminar con el aire acondicionado averiado.
En su lugar, es mejor recorrer los primeros metros con el ventilador a bajas revoluciones y, aquí, aplicaremos uno de los últimos trucos que se han viralizado y que, aseguran, es de los más eficaces: bajar las ventanillas de una forma muy concreta.
Se trata de bajar una de las ventanillas delanteras y la opuesta. De esta manera, generaremos una corriente de aire que ayudará a renovar el aire del interior y el calor se disipará con mayor velocidad. Además, cuando ganemos velocidad no se generará el molesto ruido que suele acompañar a las ventanillas cuando las bajamos.
Cuando el coche haya ganado una velocidad de crucero, es mejor subir las ventanillas y optar por el aire acondiconado. No está claro en qué punto esto es lo mejor pero sí es evidente que, cuanto más alta es la velocidad, mayor será el gasto de combustible si mantenemos las ventanillas bajadas.
Por último, no olvides que lo mejor con el aire acondicionado es apuntar el aire frío hacia el techo. El aire frío pesa más que el caliente y, por tanto, enfriaremos mucho más rápido el habitáculo si lo dirigimos a la parte alta que si lo mantenemos ya desde el inicio hacia el suelo. Y, evidentemente, no debemos olvidarnos que el botón de recirculación del aire puede ser nuestro gran amigo a la hora de ahorrar en el consumo de nuestro coche.
Foto | Logan Fisher
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