China tiene un plan para ganar la guerra de la IA: si no puede competir en potencia arrasará con sus precios
“China está dedicando unos recursos masivos a la puesta en marcha de empresas emergentes especializadas en el desarrollo de GPU. No las subestiméis”. Esta advertencia probablemente no fue ignorada. Estaba dirigida al Gobierno de EEUU y procedía de alguien que sabe bien lo que dice: Jensen Huang. El director general de NVIDIA pronunció estas palabras hace justo un año, durante la celebración del Computex, y es evidente que su intención era prevenir a la Administración estadounidense acerca de las consecuencia que tendrán las sanciones que persiguen frenar el desarrollo tecnológico de China.
No obstante, Huang no es el único ejecutivo de una compañía tecnológica estadounidense que se toma muy en serio la capacidad de innovación del país de Xi Jinping en el ámbito de la inteligencia artificial (IA). Sundar Pichai, el director general de Alphabet, la corporación a la que pertenece Google, está convencido de que “la escala del trabajo que está llevando a cabo China en el ámbito de la IA es asombrosa […] China va a estar a la vanguardia en esta disciplina. Es un hecho”, apuntó Pichai a mediados de noviembre del año pasado.
China tiene delante un muro difícil de sortear: la tecnología de integración
Las compañías chinas que están enfrascadas en el desarrollo de su propio hardware para IA se cuentan por decenas. MetaX, Biren Technology, Moore Threads, Innosilicon, Zhaoxin, Iluvatar CoreX, DenglinAI o Vast AI Tech son algunas de las más importantes, pero una brilla con más intensidad que todas las demás: Huawei. A esta empresa le va bien en el mercado chino (factura anualmente unos 7.000 millones de dólares solo en China), y el debilitamiento de NVIDIA a causa de las sanciones del pasado 16 de noviembre le viene de perlas.
Las empresas chinas pronto se verán lastradas por la imposibilidad de seguir el ritmo al fabricante de semiconductores que produce el 90% de los chips para IA del planeta: TSMC
Huawei tiene listas sus propias GPU para inteligencia artificial, los chips Ascend AI, desde hace más de cuatro años. Durante este periodo de tiempo ha ido refinándolas e incrementando sus capacidades con el propósito de igualar o, incluso, superar el rendimiento de los chips A100 y H100 de NVIDIA. Según algunos analistas, como los de la empresa china iFly Tek, la potencia bruta de sus GPU iguala la de los chips de NVIDIA, pero siguen estando un paso por detrás si nos ceñimos a su rendimiento en un escenario de uso real.
En cualquier caso, el problema al que se enfrenta Huawei, y por extensión China, no es la pericia de sus ingenieros a la hora de diseñar chips específicos para aplicaciones de inteligencia artificial. Presumiblemente pueden desarrollar GPU muy competitivas, como ya ha demostrado Huawei. Sin embargo, sobre esta y las demás empresas chinas se cierne una gran amenaza: pronto se verán lastradas por la imposibilidad de seguir el ritmo al fabricante de semiconductores que produce el 90% de los chips para IA del planeta: TSMC.
La microarquitectura de las GPU importa. Muchísimo. Pero esta receta tiene otro ingrediente esencial: la tecnología de integración. Zhang Ping’an, el director general de la filial de Huawei dedicada a los servicios en la nube, ha reconocido que su compañía está teniendo dificultades para fabricar chips de 3 nm. Las sanciones de EEUU impiden a los fabricantes chinos de chips acceder a los equipos de litografía de ultravioleta extremo (UVE) de ASML, que son los idóneos para producir circuitos integrados de 7, 5 y 3 nm.
Sin embargo, NVIDIA, AMD, Intel y los demás diseñadores de GPU para IA alineados con EEUU tienen acceso a las tecnologías de integración más avanzadas. La litografía va a penalizar seriamente a las GPU chinas, que con toda probabilidad no podrán competir a corto plazo con el rendimiento de los chips de NVIDIA y las otras compañías que he mencionado en este mismo párrafo. En esta coyuntura algunos medios asiáticos fiables, como SCMP, vaticinan que China pasará a competir en la guerra de la IA derribando los precios. El país de Xi Jinping ha utilizado esta estrategia con éxito en otros mercados, pero el de los semiconductores es extraordinariamente complejo. Ya veremos cómo le sale la jugada.
Más información | SCMP
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