Ryanair siempre sorprende: lo último es multar por una maleta que cumplía las medidas y dar agua del lavabo
Los 150 millones de euros de multa a las aerolíneas low-cost no parecen ser suficientes para que queden atrás ciertas prácticas abusivas. Hoy conocemos otro caso de cómo viajar con una aerolínea de bajo coste se ha convertido en una especie de lotería, donde cualquier oportunidad parece ser buena para ofrecer un servicio pésimo al viajero.
Multa de 140 euros por dos maletas que ya habían pagado. En un vuelo entre Palma de Mallorca y Manchester, una pareja tuvo que acabar pagando 140 euros por dos maletas por las que ya habían pagado.
La historia la cuenta Mirror. En la puerta del aeropuerto de Palma, los trabajadores de Ryanair decidieron comunicarles a estos pasajeros que sus maletas no cumplían las medidas y no podían subir al avión. Dos maletas de mano por las que ya habían pagado y que de hecho habían pasado los controles de las medidas de la propia Ryanair en el viaje de ida. Pero lo que valía para la ida, no les sirvió para la vuelta.
O pagas o te quedas en tierra. Las aerolíneas saben que tienen la sartén por el mango en ese momento. Los trabajadores de Ryanair informaron a los dos viajeros que o pagaban los 70 euros por cada maleta o se quedaban en tierra y no volvían a su casa. Lógicamente tuvieron que abonar el dinero.
Consumo informa a los usuarios que se pueden presentar reclamaciones para que se devuelva este importe. Mientras tanto, las aerolíneas siguen aprovechándose y cobrando cantidades excesivas a los viajeros por llevar su maleta de mano. Incluso aunque luego el avión tenga hueco de sobra para colocarlas. “Nunca me había sentido tan intimidado”, explica David, uno de los pasajeros afectados.
Todavía mejor: dando agua del grifo del lavabo en el avión. Para redondear la experiencia, en ese viaje se informó a los pasajeros que no habría el habitual carrito con la venta de bebidas y comida. Esto es, tampoco tenían agua que ofrecer a los pasajeros.
Según describe Mirror, un pasajero solicitó agua para tomarse un medicamento y la única solución fue proporcionarle el agua del grifo del lavabo del avión. Un grifo que no destaca especialmente por ofrecer agua de calidad.
Y cuidado con el nivel de carga del móvil. No ocurrió en este fatídico viaje, pero los usuarios deberán tener cuidado también con el nivel de batería de los móviles. Según explica el Ministerio de Exteriores de Reino Unido: “asegúrese de que sus dispositivos electrónicos estén cargados antes de viajar. Si su dispositivo no se enciende cuando se le solicita, no podrá llevarlo al avión”.
Aerolíneas como Ryanair, TUI, British Airways o Easyjet han sido avisados por parte del gobierno de Reino Unido que deberán comprobar que los dispositivos se encienden. Por el momento solo aplica a viajeros de Reino Unido, pero es otro punto más de control. En este caso, sí es una medida para mejorar la seguridad y donde no hay ningún interés económico detrás.
Imagen | Markus Winkler
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