Elon Musk está tensando la cuerda con los accionistas de Tesla: o le pagan sus 46.000 millones o se buscará otro proyecto
Tesla se encuentra en uno de los momentos más delicados de su historia reciente. A menos de una semana para su junta de accionistas, se está cuestionando la idoneidad de su junta directiva y la valía de su director ejecutivo, generando una auténtica guerra civil entre los partidarios y sus detractores.
El origen de la polémica es el bono salarial que Tesla se comprometió en 2018 a pagar a Elon Musk si conseguía una serie de objetivos: 55.000 millones de dólares. Los objetivos se cumplieron, pero un grupo de accionistas vio desproporcionada la cifra y recurrió a la justicia. El fallo judicial anuló el pago de ese bono, que Elon Musk no ha dejado de reclamar.
De las advertencias de la junta de directiva… Robyn Denholm, presidenta de la junta directiva de Tesla se dirigió a los accionistas de la compañía en una carta abierta enviada a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC).
En la carta, la representante de la junta reafirmaba su compromiso con el pago del bono salarial de su CEO alegando que “Elon no es un ejecutivo típico, y Tesla no es una empresa típica. Por lo tanto, la forma típica en que las empresas compensan a los ejecutivos clave no va a impulsar los resultados de Tesla. Motivar a alguien como Elon requiere algo diferente”.
…a las amenazas veladas. El tono de la carta sube ligeramente cuando la presidenta de la junta directiva de Tesla lanza una amenaza velada sobre una hipotética salida de Elon Musk insinuando que el millonario podría irse “a otros lugares” sin la motivación adecuada.
“[Elon Musk] Tampoco se enfrenta a ninguna escasez de ideas ni de otros lugares en los que puede marcar una diferencia increíble en el mundo. Queremos que esas ideas, esa energía y ese tiempo estén en Tesla, para el beneficio de ustedes, nuestros propietarios. Pero eso requiere respeto recíproco”.
No es cuestión de dinero, sino de poder para Musk. La carta de Denholm deja meridianamente claro que esto no va de dinero. “No tiene que ver con el dinero. Todos sabemos que Elon es una de las personas más ricas del planeta, y seguiría siéndolo incluso si Tesla incumpliera el compromiso que hicimos en 2018”.
La cuestión de fondo sería la que el propio Elon Musk puso sobre la mesa hace algunas semanas: conseguir más poder sobre Tesla para llevarla por los caminos que él considere adecuados sin someterse al escrutinio de sus accionistas. Ese poder consistiría en duplicar su número de acciones pasando del 12% que posee en la actualidad a un mínimo del 25%.
Dudas ante la situación financiera de Tesla. Más allá de la cifra astronómica del bono, que situaría a Elon Musk como el directivo mejor pagado de la historia moderna, los accionistas ponen en tela de juicio la idoneidad de pagar a Elon Musk semejante cifra en la situación actual de la compañía.
Elon ha hecho un trabajo extraordinario; Ha construido una de las empresas transformadoras de la época. Pero pedir un aumento salarial de 55.000 millones de dólares precisamente en el momento en que se han perdido las cifras trimestrales, el crecimiento se está desacelerando y se ha despedido al 15% de la fuerza laboral es, yo diría, arrogancia, cuanto menos”, declaró Steve Westly, expresidente del comité de auditoría de Tesla en una entrevista con CNBC.
Las encuestas dan a Musk como ganador. Pese a que los principales fondos y accionistas corporativos se han mostrado en contra de pagar el bono salarial a Elon Musk, la agencia Reuters se hace eco de una encuesta realizada por el portal de inversiones eToro.
Según esos datos, los pequeños accionistas que ostentan el 25% del accionariado ya habrían dado su voto anticipado para la junta de accionistas del próximo día 13 de junio. Se estima que el 80% de esos votos serían favorables al pago del bono salarial a Elon Musk y la deslocalización fiscal de Delaware de Tesla para mudarse a Texas.
Imagen | Flickr (Ministerio de Comunicações), Unsplash (Priscilla Du Preez)