Aunque Corea del Norte ha pasado por innumerables dificultades económicas desde los años cincuenta, incapaz de construir un auténtico imperio económico internacional como ha hecho su vecina, sí que se las ha arreglado para fabricar sus propios fenómenos de masas. Todo dentro del contexto de lo que es el régimen de aquel país, fuertemente mediatizado por el oscurantismo, la propaganda y el secretismo propios de una dictadura.

Y si has podido catar solo pequeños vistazos a los retazos de entretenimiento que produce el régimen, este documental de cinco horazas es una fascinante zambullida en todo tipo de entretenimientos para los habitantes de Corea del Norte: películas, series de televisión, animación, espectáculos de variedades en vivo o retransmitidos, música que va desde el folclore tradicional al underground, videojuegos loquísimos, y mucho más. Se titula ‘Entertainment Made By North Korea‘ y puedes acceder libremente a él en Youtube.

La documentadísima pieza arranca su visión desde antes de que Corea del Norte existiera, cuando todavía era una zona ocupada por los japoneses y no estaba dividida. Son años de un cine fuertemente patriótico y propagandístico, y se produce en ambas mitades de Corea pero se acentúa especialmente en el Norte, con el culto a la personalidad que exigía Kim Il Sung.

Pero es en los setenta y los ochenta cuando llegan los productos más fascinantes, ya que sin perder su ánimo propagandístico, encontramos series y películas, dirigidas muchas de ellas a niños, que tienen un acabado técnico ciertamente notable y donde el mensaje de loas al Amado Líder está mucho más disimulado. De hecho, solo por la apasionante historia de la relación con el cine (a veces de tintes criminales) de Kim Jong Il, vale la pena esta revisión.

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