Una mancha solar 17 veces más grande que la Tierra causó auroras rojas en medio mundo. Es un evento rarísimo
Las auroras se han podido ver en latitudes tan bajas como Canarias o Puerto Rico. También en el hemisferio sur en Australia, Nueva Zelanda, Argentina y Chile.
Una tormenta solar extrema. Inicialmente categorizada como una tormenta geomagnética de nivel G4 (“severa”), la tormenta solar del 10 de mayo alcanzó las condiciones de nivel G5 (“extrema”) a las 22:54 UTC, según la agencia meteorológica de Estados Unidos.
Una tormenta solar extrema puede interrumpir las comunicaciones de radio y la señal GPS, además de causar daños en los satélites y los transformadores de la red eléctrica.
Elon Musk dijo que los más de 6.000 satélites Starlink de SpaceX estaban “bajo mucha presión”, pero aguantando los efectos de la tormenta, al igual que los astronautas de la Estación Espacial Internacional y la Estación Espacial China.
Nada igual desde 2003; y posiblemente, desde 1989. La última vez que una tormenta solar extrema alcanzó la Tierra fue en octubre de 2003. Aquella vez, las llamaradas solares llegaron a nuestro planeta en Halloween, causando apagones en Suecia y Sudáfrica.
Sin embargo, las auroras que se han visto en latitudes tan bajas como Canarias o Puerto Rico han hecho que los astrónomos la comparen con otra tormenta solar más intensa ocurrida en 1989, hace ahora 35 años.
La enorme mancha solar AR3664 sigue activa. El origen de la tormenta es una serie de eyecciones de masa coronal proveniente de un gigantesco clúster de manchas solares 17 veces más ancho que la Tierra en la región 3664 del Sol.
La región sigue muy activa y es posible que esta noche aparezcan más auroras, pero probablemente menos intensas que las de anoche.
La llamarada solar más fuerte se detectó el 11 de mayo a la 1:39 UTC. Una explosión de categoría X5.8 provocó un intenso apagón de radio de onda corta sobre el océano Pacífico. Los marineros sufrieron pérdidas de señal en frecuencias inferiores a 30 MHz.
Por qué el cielo se tiñó de rojo. Las auroras son emisiones de luz en la atmósfera terrestre que se producen cuando el campo magnético de la Tierra introduce energía proveniente de las tormentas solares.
Cuanto más alta está la aurora, más lejos se puede ver. Las auroras que se pudieron ver en medio mundo se produjeron en las capas más altas de la atmósfera, por encima de los 200 km de altitud, donde los átomos de oxígeno producen esa débil luz de colores rojizos.
La referencia histórica más importante es el evento Carrington de 1859, que no solo destruyó el telégrafo, sino que tiñó los cielos de rojo hasta el sur del Caribe.
Imagen | NOAA, Parc Astronòmic Prades
En Xataka | Las auroras se dejan ver en toda Europa, incluido el sur, durante la mayor tormenta geomagnética desde 2005