Los creadores de 'Zombies Party' pusieron patas arriba el género apocalíptico en una comedia que ya puedes ver en streaming
La Trilogía del Cornetto es una de las grandes alegrías que nos dio la comedia de principios de siglo, tres películas dirigidas por Edgar Wright y protagonizadas por repartos con abundantes coincidencias y que fueron poniendo en solfa una serie de géneros clarísimamente codificados. Empezó por ‘Zombies Party’ y las películas de zombis, siguió con ‘Arma fatal’ y las buddy movies y, finalmente, ‘Bienvenidos al fin del mundo‘ (que puedes ver en SkyShowtime y Movistar Plus+) se cebó en los dramas generacionales y las películas apocalípticas.
Aunque la primera es la más comercial y la segunda la más redonda, esta tercera entrega supuso un memorable broche para una serie de películas que ni Wright ni sus compinches habituales Simon Pegg (coguionista y protagonista de todas ellas) y Nick Frost (siempre en el reparto) pudieron replicar posteriormente. Wright ha tocado el cielo con cosas como la extraordinaria ‘Scott Pilgrim contra el mundo’ pero su auténtico sello está en la Trilogía del Cornetto.
Como buena película de cierre de una saga, ‘Bievenidos al fin del mundo’ tiene un apropiado toque crepuscular que también encaja con sus aires apocalípticos. En ella cinco amigos se reúnen tras mucho tiempo sin verse para replicar una ruta de pubs que hacían veinte años atrás. En realidad, nadie quiere estar ahí salvo el eternamente inmaduro Gary King, que se convertirá, sin saberlo, en la llave maestra para salvar al mundo.
Convertido Wright ya en un maestro de la edición, ‘Bienvenidos al fin del mundo’ es una película que, en términos de ritmo y ametralladora de gags, está a años luz de cualquier otra comedia de su tiempo. Pero a la vez tiene ese mencionado tono amargo que ya estaba en ‘Zombies Party’ y ‘Arma fatal’, con su discurso acerca del final de la inocencia y del peso de los recuerdos. Nada mal para una película cuyo punto de partida es un grupo de amigos que quieren hacer una ruta de borrachera por los pubs más mugrientos que conocen.