Hemos descubierto la tumba de Platón en papiros carbonizados hace 2.000 años. Y la IA tiene parte del mérito
Hace 2.000 años, Pompeya quedó congelada en el tiempo. Es lo que nos ha permitido descubrir que el genoma de un pompeyano del 79 d.C. no era muy diferente al de un italiano de la actualidad, o las camas ajustables que tenían los esclavos. La erupción del volcán también carbonizó miles de rollos de papiro que durante siglos fueron imposibles de interpretar.
Hasta ahora, ya que la IA nos ha ayudado a leer estos escritos y se ha encontrado algo que no se esperaba: el punto exacto en el que está la tumba de Platón.
Los papiros de Herculano. Cuando el Vesubio entró en erupción, la Villa de Herculano estaba condenada. Ubicada en la ladera del volcán, quedó cubierta por 30 metros de ceniza volcánica. Era una impresionante construcción que contenía una espectacular biblioteca. Entre 1750 y 1765 excavaron la zona y encontraron 1.785 rollos de papiro. Fue una gran noticia, ya que podrían tener multitud de conocimientos, obras de teatro e información, pero había un problema: eran como troncos carbonizados de una hoguera.
Habían quedado completamente cristalizados y los intentos por abrirlos no serían óptimos, puesto que se romperían. Esos papiros se han conservado en la Biblioteca Nacional de Nápoles y la villa se ha conocido como ‘Villa de los Papiros‘. Se han realizado intentos para descifrar su contenido y algunos se pudieron desenrollar (avanzando milímetros por día y rompiendo partes) mientras que otros se destruyeron por completo.
Desenrollado digital. En la actualidad se están utilizando técnicas como la tomografía de fase de contraste con unos rayos X 100.000 veces más potentes que los utilizados en los centros de salud. También se han utilizado resonancias magnéticas nucleares para analizar los rollos y, en 2009, con las técnicas de tomografía microcomputerizada de rayos X, el Instituto de Francia reveló la estructura interna de los rollos.
Si estuvieran completamente desenrollados, tendrían entre 11 y 15 metros de largo, por lo que imagina la cantidad de información que puede haber ahí. Aunque se han hecho avances, había algunos que se resistían, y ahí es donde entran en juego Nat Friedman -fue CEO de GitHub-, Daniel Gross -cofundador del motor Cue, ahora propiedad de Apple- y Brent Seales -científico informático-. Lanzaron el concurso ‘El desafío del Vesubio’ que premiaría con 700.000 dólares a quienes logren extraer cuatro pasajes de texto de dos pergaminos intactos e imposibles de descifrar.
IA al rescate. A lo largo de 2023 se produjeron algunos avances en este ámbito, con equipos descifrando palabras en estos pergaminos (la primera extraída con éxito fue “púrpura”), pero el premio gordo fue otorgado el 5 de febrero de este año a un equipo que reveló el 5% de uno de esos papiros. El objetivo es revelar el 85% de los cuatro restantes a lo largo de este año y lo curioso es que el primer pasaje hablaba de la música y las alcaparras. Pero… ¿cómo es esto posible?
Este primer papiro descifrado era como un dedo pulgar con muchísimos rollos. Los rayos X tomaron fotografías de altísima resolución, dejando ver los cortes del papiro y los cambios infinitesimales de densidad y espesor. Con un software creado para esto, se ‘desenrolló’ y aplanó digitalmente las porciones extraídas y, posteriormente, un software de machine learning fue entrenado para que pudiera reconocer patrones de escritura. Básicamente, como los rastros y hendiduras que se producen al escribir en un papel.
¿El responsable? Luke Farritor, un universitario de 22 años que se asoció con Youssef Nader y Julian Schilliger, otros dos concursantes, para compartir el premio. Y una de las condiciones del concurso era que los investigadores compartieran sus métodos para que el resto de la comunidad científica pudiera aprovecharse de ello y agilizar procesos.
La tumba de Platón. El concurso del Vesubio no es el único proyecto en marcha y el Consejo Europeo de Investigación tiene un programa con una financiación de casi 2,5 millones de euros llamado GreekSchools que también busca extraer información de estos papiros. Y, como el Consiglio Nazionale delle Ricerche italiano acaba de compartir, se han extraído más de 1.000 palabras, correspondiente a un 30% del texto, de uno de los papiros de Herculano que contiene la Historia de la Academia, obra del filósofo Filodemo de Gàdara. Y entre esa información está el lugar de descanso de Platón.
Había varias suposiciones sobre el paradero de la tumba, pero en la obra de Filodemo, en esas más de 1.000 palabras ocultas en el dorso y el interior de capas de papiro superpuestas, se puede leer que Platón fue enterrado en un espacio privado y reservado para él en los jardines de la Academia de Atenas. También se pueden leer las opiniones críticas de Platón hacia las habilidades de un músico o lo que pensaba el también filósofo Heráclides Póntico sobre la corrupción existente en el Oráculo de Delfos.
Más allá de la tumba. Ahora bien, ese presupuesto europeo y el proyecto GreekSchools va más allá de encontrar la tumba del filósofo. Constanza Miliani, del CNR-Ispc, afirma que “también tiene como objetivo desarrollar métodos de investigación de manuscritos aplicando las técnicas de diagnóstico por imagen más avanzadas disponibles en la actualidad”. Esas técnicas incluyen la imagen infrarroja, ultravioleta, imagen molecular y elemental, así como imagen térmica, tomografía o microscopía óptica digital.
Son tecnologías que se pueden emplear para el estudio de escritos de características similares o cualquier otra pieza que se ‘descifró’ en el pasado, pero de la que se podría extraer nueva información. No deja de ser algo que puede cambiar nuestra percepción de la historia o corregir datos extraídos anteriormente en los primeros análisis con técnicas menos sofisticadas. Al final, la IA puede ayudar a estas tecnologías para explorar nuevas formas no invasivas para leer papiros estratificados, texto inaccesible en el reverso, oculto en múltiples capas u opistógrafos, que son papiros escritos por ambas caras.
Acelerando el proceso. Volviendo con Friedman, parece que quiere acelerar todo el proceso, financiando la creación de sistemas más automatizados que, incluso, se puedan llevar a la villa para escanear los papiros en el terreno. “Incluso si sólo se encuentra un diálogo de Aristóteles, un poema homérico o una carta de un general romano sobre ese tipo llamado Jesucristo que anda deambulando por ahí, hará que todo esto valga la pena”, afirma el inversor estadounidense.
Imágenes | Consiglio Nazionalle delle Ricerche, Museo Vaticano, Artem.G
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