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Desde ya, todos los coches nuevos llevan una caja negra: aclarando qué significa, el papel de la DGT y si hay alguna multa

DGT, cajas negras y multas.

Cuatro palabras que lo tienen todo para llenar ríos de tinta (electrónica) en los medios de comunicación y las redes sociales. Por supuesto, en los últimos días hemos visto todo tipo de combinaciones que aseguran que estas cajas negras “son obligatorias por la DGT”, que “la DGT multa por no llevarlas” o, sencillamente, se les ha puesto nombre y apellidos definiéndolas como “las cajas negras de la DGT”.

¿Qué hay de cierto en todo esto? Lo explicamos

Las cajas negras. Las cajas negras son aparatos que registran los datos de nuestros vehículos. Guardan un archivo que se va sobrescribiendo la aceleración del vehículo, la activación de los frenos y otro tipo de parámetros como los movimientos de la dirección y el estado de los diferentes sistemas de seguridad y ayuda al conductor.

El registro es automático y, en caso de accidente, el pequeño disco duro guarda la información que se recabó en los 30 segundos anteriores al golpe y los cinco segundos posteriores. Esto ayuda a las autoridades a concluir por qué se produjo un accidente o cómo actuó el conductor ante el mismo.

Pero, como explican en RACE, no se podrá inculpar a un conductor de un accidente por los datos allí recogidos. Éstos servirán exclusivamente para entender qué falló, cómo se actuó y qué medidas se pueden tomar para evitar que la situación se repita en el futuro.

¿Me vigilan? No, ni las cajas negras ni la DGT te va a vigilar por estos medios. Un repaso por los bulos creados alrededor de este nuevo aparato sirven para encontrar todo tipo de teorías. Algunas llegaban a asegurar que el coche registraría “con quién estamos hablando”, lo que evidentemente no es cierto.

En el Reglamento (UE) 2019/2144 del 27 de noviembre de 2019 donde quedó aprobado ya se especificó que “los registradores de datos de incidencias deben funcionar en un sistema de bucle cerrado en el que los datos almacenados se reescriban y que no permita identificar al vehículo ni al titular de los datos”. Es decir, los datos registrados no pueden especificar quién es el conductor. Tampoco las aseguradoras podrán tener acceso a estos datos.

Todo esto, ¿por qué? Que los coches cuenten con una caja negra entra dentro de las medidas que la Unión Europea está tomando para reducir el número de accidentes con víctimas mortales. El proyecto se denomina Vision Cero y obliga a que todos los coches nuevos cuenten con un equipamiento más amplio en seguridad.

Desde 2022, todos los coches nuevos homologados en la Unión Europea deben contar con un paquete de sistemas de seguridad y ayudas al conductor que incluyen la cámara trasera, la frenada de emergencia, alerta de salida de carril, el polémico asistente inteligente de velocidad o, en este caso, la caja negra.

La normativa señala que todo coche nuevo homologado a partir de 2022 debía contar con ello pero, desde julio de 2024, todos los coches nuevos que se venden en Europa (independientemente de cuándo fueron homologados) deben contar con este equipamiento.

¿Qué pinta aquí la DGT? Nada. Es la respuesta más corta y exacta. El organismo ha ido publicando informaciones relacionadas con las cajas negras en los medios de comunicación que tiene a mano, como su revista digital o sus redes sociales pero la labor no ha sido más que divulgativa.

La medida llega impuesta desde Bruselas y, por tanto, la DGT sólo se ha encargado de explicar cómo funciona la caja negra y qué datos se recopilan. No es “la caja negra de la DGT” y el organismo tampoco obliga a montarla en nuestros coches. Es una decisión que llega desde Europa.

¿Me pueden multar? No, la DGT no puede multarnos por no contar con una caja negra en nuestro coche. Siempre y cuando ésta fuera obligatoria porque el coche ha sido vendido como nuevo a partir de julio de 2024 u homologado a partir de 2022, será el fabricante en todo caso el que se enfrente a las sanciones de Bruselas. No se puede sancionar al conductor.

Sí nos enfrentaremos a una multa si en la ITV se descubre que el coche ha sido manipulado para desactivar el sistema. Es un protocolo que se viene aplicando desde 2023 y con él se recoge la información recopilada por la OBD, en el que se deja constancia de si hemos manipulado algún sistema de seguridad o de consumo de combustible.

Foto | Patrick Tomasso

En Xataka | Llevo dos años conduciendo con el asistente de velocidad que será obligatorio en todos los coches nuevos. Es un infierno

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