España necesita almacenar su enorme excedente de energía renovable y las eléctricas tienen claro dónde: los pantanos
Hay tanta capacidad de renovables en España que cada vez se desperdicia más energía por no tener dónde almacenar el excedente. Convertir los pantanos en gigantescas baterías hidroeléctricas es la opción que más seduce a las eléctricas para solucionar este problema urgente.
España está repensando sus pantanos. El debate que sobrevuela las centrales hidroeléctricas españolas ya no es si gestionan bien los escasos recursos hídricos del país, sino si pueden usar los embalses para algo más que generar energía.
Una opción es convertirlos en gigantescas baterías para “almacenar” el excedente que producen las fuentes de energía renovables: plantas hidroeléctricas de bombeo que, en poco tiempo, podrían estar almacenando 20 GW gracias a la enorme capacidad eólica y solar de España.
Qué es una central hidroeléctrica de bombeo. En lugar de mover electrones, una central hidroeléctrica de bombeo es una batería gigante que mueve agua de los embalses empleando física newtoniana para almacenar energía.
En momentos de baja demanda de electricidad, la central bombea agua a un embalse en altura, aprovechando que los paneles solares y aerogeneradores están produciendo más energía de la necesaria. En momentos de mayor demanda de energía, el agua regresa al embalse inferior, haciendo girar las turbinas para generar energía hidroeléctrica que vuelve a la red.
Hasta 40 proyectos en marcha. España cuenta con 21 centrales hidroeléctricas de bombeo que suman una potencia conjunta de 5.380 MW. No es suficiente para compensar la falta de flexibilidad de la red eléctrica, que puede llegar a cubrir la demanda cuando el sol brilla y el viento sopla fuerte, pero sigue necesitando los combustibles fósiles y la nuclear para el resto del tiempo.
Como respuesta a esta oportunidad, Iberdrola, Endesa, Naturgy, Repsol, Acciona y EDP tienen en marcha hasta 40 proyectos en diferente estado de desarrollo (desde plantas que ya tienen permiso para conectarse a la red hasta otras que están en fase de estudio ambiental) y que podrían añadir 15.000 MW de nueva capacidad de almacenamiento, posicionando a España a la cabeza de Europa.
Los reguladores allanan el camino. El despliegue masivo de renovables en España generó la necesidad urgente de reorganizar el sistema eléctrico y aumentar la flexibilidad de la red, pero hacía falta un marco regulatorio claro.
El nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima del Ministerio para la Transición Ecológica simplifica la tramitación administrativa para nuevas centrales reversibles. Además, el Gobierno ha reformado la ley de aguas para priorizar el almacenamiento hidráulico de energía como tercera prioridad, por detrás del consumo humano y del riego.
Imagen | Iberdrola