Al cabo de este año uno de cada tres jóvenes habrá cambiado de trabajo: no es nada personal, solo es salario
Hubo un tiempo en el que pasar toda la vida laboral en una sola empresa era lo habitual. Los empleados entraban en calidad de aprendices, iban escalando en la jerarquía de la empresa a medida que ese iba adquiriendo habilidades y experiencia.
La rotación laboral es cosa de jóvenes. Según datos de la OCDE, la permanencia media en España era de 10,6 años en 2022. Los efectos de la Gran renuncia y la llegada de la generación Z al mercado laboral ha hecho que ese porcentaje se desplome con una rotación laboral muy superior. El ‘Informe Employer Brand’ elaborado por Randstad indica que el 13% de los jóvenes ha cambiado de empleo en los últimos seis meses, y que el 28% tiene previsto hacerlo antes de fin de año.
Pese a que continúan siendo unos porcentajes que indican una alta predisposición a cambiar de empleo, la tendencia se está reduciendo con respecto a los datos del año pasado, que registraban un 14% de jóvenes que habían cambiado de empleo y un 31% que tenía intención de hacerlo.
No es personal, solo buscan mejor salario. Tal y como apunta el informe, los más dispuestos a cambiar de empleo son los jóvenes. Esto les asegura mayores opciones de incrementar su rango salarial al dar el salto de un empleo a otro. “Poco a poco, los jóvenes han ido bajando su salario de reserva -el mínimo por el que se acepta un trabajo-, también porque es lo que se les ofrece, pero eso ha precarizado sus condiciones. Ahora se aceptan peores condiciones, pero con la expectativa de mejorar”, declaraba al diario ABC, Florentino Felgroso, economista de la Fundación Fedea.
La conciliación pasa factura a las empresas. Si bien el 34% de quienes han cambiado de empleo en los últimos meses reconocían que era por motivos salariales o el 28% por haber recibido una oferta que no podía rechazar, el 49% argumentaban que el cambio se había producido para mejorar la conciliación. El 19% afirmaba que se había despedido de su anterior empresa porque no ofrecía la suficiente flexibilidad laboral.
Según el estudio de Randstad, en 2024 el porcentaje de teletrabajo se ha reducido drásticamente con respecto a 2021, pasando del 21% al 7%, mientras que el trabajo híbrido se ha mantenido en cuotas similares con un 24% en 2024 frente al 28% de 2021. La falta de conciliación que reclamaban quienes habían cambiado de empleo se refleja en el incremento del trabajo 100% presencial, que ha pasado del 28% en 2021, al 52% en 2024.
Un propósito por el que trabajar. El 17% de quienes cambiaron de empleo argumentaron la falta de interés en su trabajo o con la alineación con la cultura de la empresa. Ese es uno de los motivos que más habitualmente esgrimen los miembros de la generación Z para justificar el cambio de empleo.
Este es uno de los rasgos diferenciales que está marcando la tendencia de rotación laboral entre los jóvenes con respecto a generaciones anteriores.
Tal y como apuntan desde Forbes, la generación Z ha crecido en un periodo de aislamiento social (pandemia) y explosión de las relaciones digitales (redes sociales), por lo que el sentimiento de pertenencia cobra mayor protagonismo. El informe Unlocking Organizational Success Report 2024 de la consultora Intoo respalda esta teoría, mostrando una mayor tasa de retención entre los jóvenes cuando la cultura de las empresas se alinean con sus principios.
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