La memoria fotográfica de Windows Recall tiene un gran problema: requiere que nos fiemos de Microsoft más que de nadie
Es difícil fiarte de alguien que te la ha jugado. Microsoft lo ha hecho muchas veces: utilizó su posición dominante para colarnos a todos equipos Internet Explorer o Windows Pedia Player, y sus intentos para forzarnos a utilizar otras aplicaciones metiéndolas con calzador en sus sistemas operativos (Teams y OneDrive) son constantes.
Son solo ejemplos de una larguísima trayectoria en la que la empresa (lógicamente) ha hecho todo lo que ha podido para mantener su posición de privilegio. En algunos casos eso le ha salido caro, pero no tanto en el apartado económico como en otro aún más importante: a estas alturas, casi nadie se fía de Microsoft.
Lo demuestran las interminables críticas que la compañía ha recibido al presentar su nueva característica de IA para Windows. La opción, llamada Recall (“Recuerdos”) actúa como una memoria fotográfica del sistema operativo.
Su funcionamiento es sencillo: hace capturas/instantáneas constantes de lo que hacemos, las cataloga y etiqueta, y a partir de ellas luego los usuarios pueden encontrar aquello que buscaban de forma sencilla y rápida.
Me pregunto qué hubiéramos pensado de Recall si no la hubiera lanzado Microsoft. La idea, ojo, no es nueva: la aplicación de Rewind —ahora llamada Limitless y disponible para macOS, iOS y Windows— hace algo parecido, pero aquí Microsoft la ofrece absolutamente integrada con su sistema operativo, y aprovecha la potencia de los nuevos chips de IA de sus PC Copilot+.
Pero claro, la ha lanzado Microsoft, y por doquier han surgido críticas de todo tipo. Elon Musk la ha calificado de episodio de Black Mirror y de que quizás sea el momento de que todos nos pasemos a Linux, y otros apuntan a que con Recall Microsoft nos transporta a la distopía de 1984 o bromean señalando que es genial que los sistemas operativos ahora sean básicamente spyware.
En Reddit las críticas son constantes y notables. En los comentarios en varios hilos se señala cómo esto es una gigantesca amenaza de seguridad, que todo esto suena a algo horrible, y que Recall es, en esnecia, “una pesadilla para la privacidad“.
Microsoft no ha respondido de momento a esas críticas, pero es que ya en el lanzamiento de esta característica y en sus comunicados de prensa al respecto ha dejado claro que han tenido la privacidad como foco de la función de IA. En la sección de preguntas frecuentes la empresa explica que:
- Los datos se almacenan, procesan y usan en el propio dispositivo (lo que se conoce como “Edge Computing”), no hay transferencia de datos a la nube
- Puedes limitar qué instantáneas recopila Recuerdos
- Puedes seleccionar aplicaciones específicas o sitios web visitados para filtrar las instantáneas
- Puedes pausar (o desactivar) las instantáneas, borrar algunas o todas
- No se toman instantáneas de sesiones privadas del navegador en Edge, y tampoco de material con DRM
Aún así, el riesgo existe, y en Microsoft dejan claro que por ejemplo Recuerdos “No ocultará información como contraseñas o números de cuentas financieras. Estos datos podrían incluirse en las instantáneas que se almacenan en tu dispositivo, especialmente cuando los sitios no cumplen los protocolos estándares de Internet, como la ocultación de la entrada de contraseña”.
Esa información queda expuesta y ciertamente hace que surja preocupación al respecto: si alguien logra acceso a nuestra máquina, Recuerdos será una forma fantástica de recopilar no solo intereses o historial de nuestra actividad, sino también datos sensibles como contraseñas o números de cuentas corrientes que aparezcan en esas instantáneas.
¿Podría hacer Microsoft algo por “ocultar” u “ofuscar” esos datos de las capturas? Es muy probable que sí. Teniendo en cuenta que la IA es capaz de adivinar que se trata de datos sensibles, podría taparlos o desenfocarlos en las capturas y no ofrecer esa información a menos que el usuario lo confirmase con una contraseña, PIN de seguridad o una validación con una aplicación de autenticación.
¿Sería eso suficiente para acallar todas las críticas? Probablemente no. Las dudas sobre Microsoft son tantas que los reguladores del Reino Unido ya se han puesto en contacto con Microsoft para indagar sobre la forma en la que trabaja Recall. La característica es una de las más llamativas de Windows en años y realmente ayuda a resolver un problema cotidiano de los usuarios (“¿cuándo hice esto? ¿cómo era aquello que escribí/dije/me dijeron?”).
Sin embargo para muchos usuarios pesa más saber que esta característica está capturando constantemente su actividad. Es hasta cierto punto irónico, sobre todo porque nos enfrentamos prácticamente a lo mismo cada día que usamos un navegador, un buscador o una red social en el móvil: casi todo lo que hacemos delante de la pantalla intenta ser captado por los Google, Facebook o TikToks del mundo.
No parece importarnos demasiado que nuestros datos acaben en sus respectivas nubes, a pesar de que esos datos han acabado siendo usados supuestamente para propósitos de lo más inquietantes —recordemos el caso de Facebook con Cambridge Analytica—.
La realidad es que espiar, espían todos. Microsoft también recolecta datos, desde luego, pero no es ni mucho menos ni la primera ni la única que lo hace y que propone formas de mitigar los daños.
¿Acabará siendo Recall otra forma de hacerlo? La empresa desde luego ofrece bastantes opciones de que controlar su funcionamiento —aunque lo de las contraseñas visibles es mejorable—, pero claro, estamos hablando de Microsoft.
Y casi nadie se fía ya de Microsoft.