Varios países ya lleva años probando a subvencionar las gafas y lentillas. España llega tarde a una medida que funciona
La salud oftalmológica ha sido tradicionalmente una de las grandes olvidadas del Sistema Nacional de Salud. Quizás el año que viene esto cambie notablemente y España implemente una nueva medida que nos acerque a otros países de nuestro entorno.
Objetivo, 2025. Recientemente, la ministra de Sanidad, Mónica García, ponía fecha a los planes del Ministerio para incluir productos oftalmológicos como gafas y lentillas en los planes de financiación pública. Esta inclusión no será universal sino que estará dirigida a menores de 18 años en familias con pocos recursos.
El objetivo es que estos costes “no sean un elemento disruptivo para aquellas familias que no se lo pueden permitir”, explicaba la ministra a los medios tras su intervención en el primer Foro de Salud Pública de la la Fundación para la Investigación en Salud (Fuinsa).
No tan nueva. La medida no es nueva. Por una parte porque la medida estaba ya contemplada en el acuerdo de Gobierno que suscribieron el año pasado las formaciones PSOE y Sumar. La ministra anunciaba la intención del ejecutivo de avanzar en este sentido.
La medida tampoco es novedosa en el panorama internacional: existen otros países de nuestro entorno con mecanismos semejantes.
¿Dónde? Entre los países de nuestro entorno donde pueden encontrarse estos mecanismos semejantes se encuentran Italia, Francia o Alemania. Aunque este último país tenga un sistema sanitario distinto que el nuestro, quizás su caso sea uno de los más similares.
Y el sistema alemán está basado en seguros obligatorios pero universales, un sistema muy distinto al sistema público con el que contamos nosotros pero que también garantiza la universalidad de la atención sanitaria. Entre los beneficios que los seguros mínimos alemanes se encuentran los productos oftalmológicos en dos casos: menores de 18 años y personas con problemas de visión “severos”.
Países vecinos. Más cerca, en Francia, el Gobierno de Macron introdujo durante la pandemia la reforma sanitaria a la que denominaron 100% Santé. Esta reforma no contemplaba subvenciones íntegras pero sí ayudas para la compra de gafas.
En Italia por su parte, el Servizio Sanitario Nazionale (SSN) cubre total o parcialmente muchos aspectos de la atención oftalmológica. Incluyendo gafas y lentillas.
Empleados públicos. El España existe también un precedente reseñable. En enero del año pasado el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sentenciaba que los empleadores debían afrontar el coste de las gafas de sus empleados en determinados casos.
Esto implicaba que las administraciones públicas españolas debían pagar por las gafas de sus propios empleados. Es decir, que en el caso de los empleados públicos iba a tener que ser el estado en que afrontara este coste.
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Imagen | Jess Bailey