En la frontera de Andorra hay decenas y decenas de coches abandonados. Y no son de turistas ni residentes
No hay paraíso, por más idílico, relajante y tranquilo que resulte, sin su crónica negra. Y Andorra no es la excepción.
Si alguna vez has viajado al Principado y te has acercado a su frontera con Francia, más o menos a la altura de Pas-de-la-Case, quizás te hayas fijado en una estampa curiosa que desentona con el entorno: coches y más coches aparentemente abandonados y a menudo destartalados. No son de excursionistas, ni de turistas que han decidido echar raíces en la vecina Andorra la Vella. Su historia es menos romántica y se presta más a las páginas de la crónica judicial que a las de las guías de viaje.
¿Qué hacen todos esos coches ahí? La estampa es tan curiosa que ha dado pie a alguna consulta en foros de viajeros y protagonizado reportajes en medios galos, como Actu Tolouse, Auto Plus o Turbo, que citando La Dépêche asegura que hay coches abandonados también desde hace meses o incluso años en la frontera entre Andorra y España. Actu Tolouse precisa que es posible ver cómo hay decenas en mal estado languideciendo en la carretera que conecta Toulouse y Pas-de-la-Case, en el Principado, y que muchos llevan una matrícula que los identifica como registrados en Haute-Garonne y Toulouse.
¿Y sus dueños? Otra pregunta pertinente. Si esos vehículos acumulan polvo y nieve en la frontera es precisamente por quiénes son sus dueños. O mejor dicho, a qué se dedican. Según revelan medios galos, sus propietarios son narcotraficantes dedicados al lucrativo negocio de pasar drogas y de forma especial cigarrillos de contrabando a través de la frontera. Hace años Andorra Info aseguraba que un mismo cartón podía costar en el Principado hasta un 40% menos —47 euros en España frente a 28 en Andorra—, si bien a lo largo de los últimos tiempos sus autoridades han anunciado subidas de impuestos que afectan al tabaco.
Pero… ¿Qué pasa con sus coches? Que en ocasiones acaban incautados por las autoridades. “El Código Aduanero permite incautar dinero y mercancías, pero también medios de transporte utilizados para ocultar el fraude”, recuerda a Actu Toulouse Philippe Meslies-Latapie desde una de las aduanas del país. El experto admite en cualquier caso que, si bien los coches suelen ser intervenidos, en ocasiones son los propios traficantes quienes optan por abandonarlos.
“Algunos salen con coches viejos de la zona de Toulouse y los abandonan en la frontea. A la vista de los aduaneros, ¿se dan a la fuga, abandonan sus vehículos para abrirse paso con cómplices o incluso acaban a pie?”, se pregunta Meslies-Latapie. Su colega Bruno Parissier añade que cuando el dueño no puede pagar la multa o los derechos de aduana el coche también puede acabar incautado.
¿Por qué algunos están destartalados? Porque en ocasiones no llega un simple vistazo para averiguar si un coche oculta unos cuantos cartones de tabaco de contrabando. Para “pillar” a los traficantes a las autoridades no les queda otra, de vez en cuando, que desmontar por ejemplo los parachoques. Si no encuentran nada deben volver a ensamblarlos; pero no si localizan mercancías que no deberían estar allí. Actu Tolouse asegura además que la acumulación de turismos incautados supone todo un reto para los servicios de aduanas, ya que pueden eternizarse en la zona mientras sus dueños esperan su juicio o incluso cumplen condena.
¿Supone un problema? Desde luego es un quebradero de cabeza. Bien lo saben en L´Hospitalet-pres-l´Andorre, una comuna francesa situada en el departamento de Ariège, a escasos 20 minutos en coche de El Pas de la Casa. A finales de 2020 La Dépêche se hacía eco de las molestias que supone para la zona el tráfico ilícito de tabaco y su estela de coches abandonados y calcinados a lo largo del vial RN20.
Traficando que es Andorra. “Estos vehículos son usados por traficantes de cigarrillos. Los compran a bajo precio, no cambian el registro, lo que dificulta encontrar al nuevo propietario, y los utilizan para dos o tres viajes antes de abandonarlos. Primero aprovechan los autos para recuperar partes que pueden necesitar y luego prenden fuego a los restos del naufragio para borrar cualquier rastro que permita identificarlos”, reconocía una fuente judicial al medio galo. El regidor de L’Hospitalet-prés-l’Andorre explicaba por esas mismas fechas a France Bleu que en un solo mes habían retirado 14.
En 2013 La Vanguardia publicaba también que La Seu, en los Pirineos catalanes, planeaba dotarse de un depósito judicial de vehículos para hacer frente, entre otras cuestiones, a los automóviles decomisados por los Mossos y la Guardia Civil por la proximidad de la frontera del Principado y el flujo de contrabando desde Andorra.
Imagen | Wikipedia
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*Una versión anterior de este artículo se publicó en junio de 2023