Algo está cambiando en Mark Zuckerberg. Ya no es el robot al que estábamos acostumbrados
Abril de 2018. Mark Zuckerberg, 34 años entonces, acude a declarar ante el Senado de EUU por el escándalo de Cambridge Analytica. Además de por sus frases más destacadas y por el hecho de ver a un CEO de gran tecnológica declarando en una institución así, aquel momento pasó a la historia por la singularidad de Mark, de un aspecto casi robótico. Hasta la sonrisa que profirió en un momento dado parecía sacada de lo más profundo del valle inquietante.
Abril de 2024. Seis años después, un Zuckerberg que ya está en la cuarentena ha cumplido años hacia atrás, al menos en lo que a actitud vital se refiere. Actúa de forma desenfadada, no rehúye el cuerpo a cuerpo (literalmente) contra Musk —incluso le desafía públicamente— y hasta ha cambiado el look que le resultaba canónico.
Es un nuevo Zuckerberg.
ELON MUSK VS JEFF BEZOS: LA GUERRA DE LAS GALAXIAS
El diablo está en los detalles
En las últimas horas ha habido un detalle bastante revelador, sobre la estrategia de comunicación de la empresa y sobre el propio CEO. El anuncio de la apertura de HorizonOS, el sistema operativo de las Meta Quest 3, hacia dispositivos de terceros, en un movimiento comparable al de Android en la telefonía móvil, no tuvo lugar en una conferencia para la prensa ni en un comunicado tradicional.
Sucedió en Instagram, y la estética no fue nada casual. Más bien deliberada.
Esa estética estuvo marcada por:
- El vídeo vertical, en sí ya una declaración de intenciones
- Zuckerberg sujetando un micrófono de corbata con la mano mientras hablaba
- Un croma en el que su busto solo ocupaba una esquina de la pantalla y el resto se destinaba a ir añadiendo logos y texto sobre sus comentarios
- Stickers
Dicho de otro modo: Zuckerberg hizo un anuncio tan importante sobre una plataforma y un acuerdo con terceros utilizando el lenguaje visual propio de una generación mucho más joven que la suya.
Meta tiene todos los recursos necesarios para hacer un vídeo mucho más profesional que ese (el detalle del micro de corbata sujetado con la mano es mortal), pero seguramente la profesionalidad no fue lo que buscaba esa forma de comunicar, sino conseguir apelar a un demográfico muy concreto. En resumen: sacudir a la juventud en torno a la realidad virtual que propone Meta.
Por si fuera poco, Zuckerberg subió la historia diciendo “alguien añadió un filtro de barba al anuncio de hoy 😂😂”. Seguramente ese “alguien” fuese un miembro de su equipo de comunicación que tenía la jugada planeada de antemano, porque lo importante es lo que transmite este nuevo Zuckerberg, menos robótico, más amable, más humano, menos raro.
La broma de la barba es una forma de demostrar que sabe gestionar los memes creados en torno a su figura. La semana pasada se hizo viral una imagen de una de sus stories en la que salía hablando sobre Llama 3 con una llamativa cadena al cuello.
Alguien (esta vez sí fue “alguien”) le puso el filtro de la barba y se terminó de viralizar.
Y Zuckerberg demostró que ya está lejos de ser un robot, como algún que otro redditor llegó a sugerir en serio en su momento, y ahora sabe encajar las bromas y ya no está cerca de ser un Sheldon Cooper metido a empresario. Es otro Zuckerberg.
Imagen destacada | Mark Zuckerberg, Instagram, Mockuuups Studio