Un antiguo canal conecta las pirámides de Egipto. Fue descubierto desde el espacio y explica cómo se construyeron
Las pirámides de Egipto, construidas hace más de 4.000 años, han fascinado a civilizaciones enteras por su impresionante arquitectura e ingeniería. Cómo transportaron millones de bloques de piedra de varias toneladas desde orillas del río Nilo sigue siendo objeto de investigación y debate. Pero va quedando más claro.
Faltaba una pieza en el puzzle. La Gran Pirámide de Giza está compuesta de 2,3 millones de bloques de piedra caliza y granito. Cada uno pesa una media de dos toneladas y media. Transportarlos hasta la meseta de Giza a lo largo de kilómetros de desierto habría sido insoportable, ya fuera con trabajadores pagados o mano de obra esclava.
Durante mucho tiempo se ha sospechado que los constructores egipcios usaron canales de agua para transportar las enormes losas. Por algo, la construcción de las pirámides se hizo en el margen occidental del valle del río Nilo, donde comienza el desierto. Pero hoy el Nilo se encuentra a varios kilómetros de cualquier complejo piramidal del Antiguo Egipto.
La encontraron desde el espacio. Un antiguo canal del río Nilo era la pieza del puzzle que faltaba para explicar el transporte por agua de los bloques de piedra. Las imágenes satelitales de radar, respaldadas por la extracción de muestras del suelo, han revelado que una importante vía fluvial conectó en el pasado los complejos faraónicos del desierto.
Este antiguo canal denominado Ahramat (que significa “brazo de las pirámides” en árabe) pasa junto a toda la cadena de pirámides entre Faiyum, al sur, y Giza, al norte. Hay un total de 38 estructuras piramidales junto al ahora inexistente curso de agua, lo que sugiere que fue utilizado por los ingenieros de los faraones para facilitar el transporte de material.
Ahora solo queda arena. Actualmente invisible a nivel del suelo, se cree Ahramat tenía una longitud de unos 100 kilómetros. El antiguo brazo del río ha quedado oculto por la arena del desierto y la llanura aluvial del Nilo, que lleva cultivada cientos de generaciones.
Sin embargo, algunos segmentos de su cauce siguen apareciendo en las imágenes de los satélites con un radar capaz de penetrar las capas superficiales de la Tierra, así como los numerosos afluentes que han quedado enterrados por la arena y siguen desembocando en el canal.
La orientación de las pirámides coincide. El canal cuenta la historia de cómo transportaron la piedra, pero los afluentes que también se detectaron cuentan una historia adicional. Según la investigación presentada en el XIII Congreso Internacional de Egiptólogos, probablemente fueran lagunas con puertos de atraque para proteger a los barcos del intenso tráfico del cauce principal del Nilo.
“La orientación de las calzadas de varias pirámides, perpendiculares a Ahramat y terminadas en su orilla, implica que este antiguo brazo y sus afluentes estaban simultáneamente activos durante la construcción de las pirámides en el Reino Antiguo y durante el Reino Medio”, dicen los investigadores, liderados por la geomorfóloga egipcia Eman Ghoneim.
Esta investigación es un hilo del que seguir tirando para reconstruir el paisaje acuático del Antiguo Egipto y comprender no solo cómo ayudó a construir las pirámides sino cómo ha acabado desapareciendo tras varios siglos de actividades humanas en la región.
Imagen | PNAS
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